30. Grados

¿Para qué detener el pensamiento? No es natural. La única forma de lograrlo es a través de un bloqueo sistemático y trabajoso. Y tan sólo por unos míseros instantes.

Claro, podemos tomar la vía del yoga, arremeter contra cada "pensamiento" (lo pongo entre comillas porque ni siquiera somos capaces de experimentar un pensamiento sino un flujo) cada vez que aparezca, hasta que creemos un condicionamiento. Una coerción.

El problema con este camino tan popular en estos días, es que como va en contra de nuestra propia naturaleza que incluye el pensar, nos creamos un nuevo centro, uno que no incluye la totalidad de nuestra existencia particular.

Este centro puede estar corrido tan sólo algunos grados de nuestro centro real (metafóricamente hablando) pero las consecuencias de esta aberración se van a sentir en todas las decisiones que tomemos.

1 comentarios:

Anónimo | 27 de octubre de 2009, 14:59

Hola Estuve visitando tu blog y me parece muy interesante, permíteme felicitarte. Sería para mi muy agradable contar con tu blog en mis 2 directorios y estoy completamente convencido que para mis visitas que no son pocas será de mucho interés. Si lo deseas no dudes en escribirme muchos Éxitos con tu blog.

Un saludo
Franck Michel Reyes
WebMaster
contacto: rey.delcastillo@hotmail.com

Publicar un comentario